El medidor de flujo es un equipo esencial en la gestión segura y precisa de gases medicinales como oxígeno, dióxido de carbono, nitrógeno, aire y óxido nitroso. Su función principal es medir con exactitud el flujo másico, la presión y la temperatura de los gases. De este modo, se asegura el monitoreo constante en sistemas de ventilación mecánica, anestesia y otros procesos clínicos o industriales donde la precisión es crítica.

Estos dispositivos utilizan la tecnología patentada Thermal-D®, desarrollada para superar las limitaciones de los sensores térmicos tradicionales. Esta innovación combina calorimetría con detección de difusividad. Gracias a ello, elimina errores en gases con propiedades similares, mejora la linealidad al aplicar conversiones y amplía el rango dinámico de medición. Por lo tanto, se logra mayor exactitud, eficiencia operativa y confiabilidad en entornos sensibles.

Además, su conectividad avanzada permite integrarlos fácilmente en sistemas IoT plug-and-play. Esto los hace ideales tanto para hospitales como para aplicaciones industriales. Los usuarios pueden monitorear en tiempo real el comportamiento de los gases. Así, obtienen datos útiles para la toma de decisiones, el mantenimiento preventivo y la optimización de recursos.

El diseño modular de estos instrumentos permite instalar la pantalla en una ubicación independiente del cuerpo del equipo. Esto facilita su integración en espacios reducidos o de difícil acceso. Por consiguiente, se mejora la accesibilidad y la seguridad del sistema.

Gracias a su versatilidad, el medidor de flujo se utiliza ampliamente en diferentes sectores. No solo es fundamental en el sector salud, sino también en industrias como laboratorios, farmacéutica, manufactura y procesamiento químico.

En resumen, este dispositivo representa la combinación ideal de tecnología avanzada, facilidad de uso y resultados confiables. Es la herramienta perfecta para entornos donde el control de gases no puede dejarse al azar.