Regulador con Flujometro

Regulador con Flujómetro

El regulador con flujómetro es un dispositivo médico esencial para el suministro controlado de oxígeno medicinal desde cilindros de alta presión. Cumple una doble función: reduce la presión del gas y controla el flujo exacto que se administra al paciente. De este modo, permite terapias respiratorias seguras, eficaces y adaptadas a cada necesidad clínica.

Gracias a su capacidad para ofrecer un rango ajustable de flujo, es ideal en múltiples contextos. Por ejemplo, se utiliza tanto en terapias de bajo como de alto flujo, así como en atención domiciliaria, salas de urgencias, quirófanos y unidades de cuidados intensivos.

Además, su diseño está pensado para ofrecer resistencia, facilidad de uso y alta visibilidad. Por lo general, el cuerpo del regulador está fabricado en latón cromado o aluminio anodizado, materiales que resisten la corrosión. También incluye un manómetro que indica la presión del cilindro y un flujómetro tipo tubo o rotámetro, con una escala ajustable de 0 a 15 litros por minuto (L/min).

Por otra parte, este dispositivo está disponible en versiones para oxígeno o aire medicinal. Además, incorpora conectores estándar como CGA 870 o CGA 540, según el tipo de cilindro y la normativa vigente en cada país. Su compatibilidad con humidificadores, mascarillas y cánulas nasales lo convierte en un componente clave en cualquier sistema de oxigenoterapia.

Principales características del regulador con flujómetro:

  • Flujo ajustable, que permite una dosificación precisa del oxígeno.
  • Manómetro de alta visibilidad, con códigos de color que indican la presión del cilindro (verde: presión adecuada, rojo: recarga necesaria).
  • Compatibilidad universal con la mayoría de los cilindros médicos.
  • Sistema de seguridad antirretorno, que evita contaminaciones.
  • Diseño compacto y ergonómico, ideal para el uso móvil o portátil.


Asimismo, cumple con normativas internacionales como ISO, CE y CGA, lo cual garantiza un alto nivel de confiabilidad y seguridad en entornos clínicos exigentes. Finalmente, su mantenimiento es sencillo, ya que permite limpiezas periódicas sin necesidad de herramientas especiales, lo que asegura una larga vida útil del equipo.